Add parallel Print Page Options

Pero sus hombres le dijeron:

— Mira, si aquí en Judá vivimos atemorizados, cuánto más si vamos a Queilá a luchar contra las huestes filisteas.

David volvió a consultar al Señor, y el Señor le respondió:

— Marcha hacia Queilá, porque voy a poner a los filisteos en tus manos.

Entonces David y sus hombres marcharon hacia Queilá, atacaron a los filisteos, les infligieron una dura derrota y se llevaron sus ganados. Así salvó David a los habitantes de Queilá.

Read full chapter