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15-16 Y David le dijo:

—¿No es verdad que tú eres uno de los mejores soldados de Israel? Entonces, ¿cómo es posible que no hayas cuidado a tu señor el rey? Mira lo que tengo en la mano: ¡es la lanza del rey, y su jarra de agua!

»Un hombre del pueblo estuvo a punto de matarlo, y tú no hiciste nada para evitarlo. ¡Muy mal hecho! Mereces la muerte por no haber protegido al rey elegido por Dios.

17 Saúl reconoció la voz de David, y dijo:

—David, ¿eres tú el que habla?

Y David le contestó:

—Sí, mi señor y rey; soy yo.

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