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Pero Dios, que consuela(A) a los deprimidos[a], nos consoló con la llegada de Tito(B); y no solo con su llegada, sino también con el consuelo con que él fue consolado en ustedes, haciéndonos saber el gran afecto[b] de ustedes, su llanto y su celo por mí; de manera que me regocijé aún más.

Porque si bien les causé tristeza(C) con mi carta, no me pesa. Aun cuando me pesó, pues veo que esa carta les causó tristeza, aunque solo por poco tiempo;

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Footnotes

  1. 2 Corintios 7:6 O humildes, o abatidos.
  2. 2 Corintios 7:7 Lit. anhelo.