Add parallel Print Page Options

Cuando estaba a punto de comenzar la batalla, Abiam subió a la parte más alta de Semaraim, que está en la montaña de Efraín, y gritó:

«¡Jeroboam! ¡Soldados de Israel! ¡Escúchenme! ¿Acaso no recuerdan que Dios hizo un pacto con David y sus descendientes, y les prometió que ellos reinarían sobre Israel por siempre?

»Sin embargo, tú, Jeroboam, que no eras más que un sirviente de Salomón, te pusiste en su contra.

Read full chapter