Add parallel Print Page Options

El escrito en la pared

El rey Belsasar dio un gran banquete a mil de sus magnates, y en presencia de los mil bebía vino.

Belsasar, animado por el vino, mandó que trajesen los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre había traído del templo de Jerusalén, para que bebiesen en ellos el rey, sus magnates, sus mujeres y sus concubinas.

Fueron traídos, pues, los vasos de oro que habían robado del templo de la casa de Dios en Jerusalén, y bebieron en ellos el rey, sus magnates, sus mujeres y sus concubinas.

Bebieron vino, y alabaron a los dioses de oro, de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra.

De pronto aparecieron los dedos de una mano de hombre, que escribía delante del candelero sobre el encalado de la pared del palacio real; y el rey veía el extremo de la mano que escribía.

Entonces el rey palideció, y sus pensamientos lo turbaron, se debilitaron sus lomos, y sus rodillas daban la una contra la otra.

El rey gritó en alta voz que hiciesen venir magos, caldeos y adivinos; tomó la palabra el rey y dijo a los sabios de Babilonia: Cualquiera que lea esta escritura y me muestre su interpretación, será vestido de púrpura, se le pondrá al cuello un collar de oro, y será el tercer señor en el reino.

Entonces fueron introducidos todos los sabios del rey, pero ninguno pudo descifrar la escritura ni mostrar al rey su interpretación.

El rey Belsasar se turbó sobremanera, y palideció, y sus magnates estaban consternados.

10 La reina, enterada por las palabras del rey y de sus magnates, entró en la sala del banquete, y dijo: Rey, vive para siempre; no te turben tus pensamientos, ni palidezca tu rostro.

11 Hay en tu reino un hombre en el cual mora el espíritu de los dioses santos; ya en los días de tu padre se halló en él luz, inteligencia y sabiduría, semejante a la sabiduría de los dioses; al que el rey Nabucodonosor, tu padre, oh rey, constituyó jefe sobre todos los magos, astrólogos, caldeos y adivinos,

12 por cuanto fue hallado en él un espíritu superior, ciencia y entendimiento, para interpretar sueños, descifrar enigmas y resolver dudas; éste es Daniel, al cual el rey puso por nombre Beltsasar. Llámese, pues, ahora a Daniel, y él te dará la interpretación.

13 Entonces fue traído Daniel a la presencia del rey. Y tomando el rey la palabra, dijo a Daniel: ¿Eres tú Daniel de los hijos de la cautividad de Judá, que mi padre trajo de Judea?

14 Me han dicho de ti que el espíritu de los dioses santos está en ti, y que en ti se han hallado una luz, un entendimiento y una sabiduría extraordinarios.

15 Y ahora acaban de traer a mi presencia sabios y astrólogos para que lean esta escritura y me den su interpretación; pero ninguno ha podido mostrarme la interpretación del asunto.

16 Yo, pues, he oído decir de ti que puedes dar interpretaciones y resolver dificultades. Si eres, pues, capaz de leer esta escritura y darme su interpretación, serás vestido de púrpura, llevarás en tu cuello un collar de oro y mandarás como tercero en el reino.

17 Entonces Daniel respondió y dijo delante del rey: Tus dones sean para ti, y da tus recompensas a otros. Leeré la escritura al rey, y le daré la interpretación.

18 El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor, tu padre, el reino y la grandeza, la gloria y la majestad.

19 Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban de miedo delante de él. A quien quería mataba, y a quien quería dejaba con vida; engrandecía a quien quería, y a quien quería humillaba.

20 Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria.

21 Y fue echado de entre los hijos de los hombres, y su mente se hizo semejante a la de las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Le hicieron comer hierba como a buey, y su cuerpo fue mojado con el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Altísimo Dios tiene dominio sobre la realeza de los hombres, y la da a quien quiere.

22 Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, a pesar de saber todo esto;

23 sino que te has ensoberbecido contra el Señor del cielo, e hiciste traer a tu presencia los vasos de su casa, y tú y tus magnates, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos; además de esto, diste alabanza a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben; y no has dado gloria al Dios en cuya mano está tu vida, y en cuya mano están todos tus caminos.

24 Entonces de su presencia fue enviada la mano que trazó esta escritura.

25 Y la escritura que trazó es:

MENÉ, MENÉ, TEKEL y PARSÍN.

26 Esta es la interpretación del asunto: MENÉ: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin.

27 TEKEL: Has sido pesado en balanza, y fuiste hallado falto de peso.

28 PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas.

29 Entonces mandó Belsasar revestir a Daniel de púrpura, y poner en su cuello un collar de oro, y proclamar que él era el tercer señor del reino.

30 Aquella misma noche fue muerto Belsasar, rey de los caldeos.

31 Y se apoderó del reino Darío de Media, siendo de sesenta y dos años de edad.

Bible Gateway Recommends