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El lugar de adoración

12 Estas son las normas y leyes que ustedes deben asegurarse de cumplir en la tierra que el SEÑOR, el Dios de sus antepasados, les ha dado para que la posean. Obedézcanlas todos los días de su vida sobre la tierra. Cuando conquisten la tierra, deberán destruir completamente los lugares donde la gente adoraba a sus dioses en las altas montañas y bajo todo árbol perene. Ustedes derrumbarán sus altares, romperán sus piedras memoriales, quemarán sus postes de Aserá y romperán en pedazos sus ídolos, para que sean borrados de ese lugar los nombres de los dioses falsos.

Ustedes no adorarán al SEÑOR su Dios de esa manera, sino irán al lugar que el SEÑOR su Dios elija de entre todas sus tribus para establecer ahí su nombre como su casa[a] y puedan ir a adorarle. Deberán llevar a ese lugar sus ofrendas que deben quemarse completamente, sus sacrificios, la décima parte de sus ganancias, sus contribuciones, sus promesas, sus ofrendas voluntarias y las primeras crías de sus animales. Comerán allí en presencia del SEÑOR su Dios y ustedes y sus familiares disfrutarán de todo lo bueno por lo que han trabajado, porque el SEÑOR su Dios los ha bendecido.

Cuando llegue ese momento, no deben adorarlo como lo hemos venido haciendo hasta ahora, cada uno haciendo lo que le parece bien. Ustedes todavía no han llegado al sitio de descanso y a la tierra que el SEÑOR su Dios les da, 10 pero pronto cruzarán el río Jordán y vivirán en esa tierra que el SEÑOR su Dios les dará en propiedad. Él les dará descanso de sus enemigos y vivirán seguros. 11 Deben llevar luego todo lo que les ordené al sitio que el SEÑOR elegirá para establecer allí su nombre: sus ofrendas que deben quemarse completamente, sus sacrificios, la décima parte de sus ganancias, animales y cosechas, sus contribuciones y lo mejor de lo que le hayan prometido al SEÑOR. 12 Se regocijarán en presencia del SEÑOR su Dios, ustedes, sus hijos e hijas, sus siervos y los levitas en sus ciudades, porque ellos no tienen territorio entre ustedes. 13 Asegúrense de no ofrecer sus sacrificios que deben quemarse completamente, en cualquier lugar que vean. 14 Ofrézcanlos solamente en el sitio que el SEÑOR elegirá en una de sus tribus y hagan ahí todo esto que les ordeno.

15 Pero puedes sacrificar y comer carne en cualquier sitio en todas tus ciudades, tanto como el SEÑOR te dé. La gente pura o impura podrá comerla como si fuera gacela o venado, 16 pero no consumas la sangre, riégala en el suelo como si fuera agua.

17 No debes comer en tus ciudades ni el diezmo, ni lo prometido a Dios, ni tus ofrendas voluntarias o contribuciones, ya sean de cereal, vino nuevo, aceite o las primeras crías de tus animales. 18 Debes comer eso solamente en presencia del SEÑOR en el lugar que el SEÑOR tu Dios elegirá; comerán tú, tus hijos e hijas, tus siervos y los levitas que estén en tus ciudades. Disfrutarás en presencia del SEÑOR tu Dios de todas las cosas buenas por las que has trabajado. 19 Cuando celebres estas fiestas, no te olvides de compartir con los levitas lo que les corresponde. Haz esto siempre que vivas en la tierra.

20 Cuando el SEÑOR tu Dios aumente tu territorio como te prometió y digas: «Voy a comer carne», porque quieres comer carne, entonces puedes comer toda la carne que quieras. 21 Si el lugar que el SEÑOR tu Dios elige para poner su nombre está lejos de ti, entonces podrás sacrificar parte del ganado y ovejas que el SEÑOR te ha dado como yo te he mandado y podrás comer todo lo que quieras en tus ciudades. 22 Podrás comerla así como comerías la gacela o el venado. Tanto la gente pura como impura pueden comerla. 23 Pero asegúrate de no comer la sangre, porque la vida está en la sangre, así que no comas la vida con la carne. 24 No debes comerla, sino derramarla en el suelo como si fuera agua. 25 No la comerás para que te vaya bien en todo a ti y a tus descendientes, porque debes hacer lo que el SEÑOR considera correcto.

26 Sin embargo, deberás llevar tus ofrendas sagradas y tus ofrendas prometidas, e ir al lugar que el SEÑOR elegirá. 27 Ofrecerás tus ofrendas que deben quemarse completamente, tanto la carne como la sangre, en el altar del SEÑOR tu Dios. La sangre de tus otros sacrificios deberá ser rociada sobre el altar del SEÑOR tu Dios, pero podrás comer la carne. 28 Sé cuidadoso en obedecer todos estos mandamientos que hoy te doy, para que siempre te vaya bien en todo a ti y a tus descendientes, porque estarás haciendo lo que el SEÑOR tu Dios considera bueno y correcto.

29 El SEÑOR tu Dios destruirá ante ti a las naciones que vas a ocupar y expulsar. Cuando las hayas expulsado y vivas en su tierra, 30 después de que ellos hayan sido destruidos ante ti, sé cuidadoso y no te dejes llevar por la tendencia a imitarlos. Sé cuidadoso y no sigas a sus dioses, diciendo: «Voy a adorar de la misma manera que estas naciones adoraban a sus dioses». 31 No deberás adorar al SEÑOR tu Dios de la misma manera, porque ellos han hecho por sus dioses todo lo malo, lo que el SEÑOR odia, ya que ellos hasta sacrifican a sus hijos e hijas en el fuego en honor a sus dioses.

32 Asegúrate de obedecer todo lo que te mando sin añadir ni quitar nada.

Footnotes

  1. 12:5 como su casa o para hacer que su nombre viva allí.