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Moisés elige a los jefes

(Dt 1:9-18)

13 El día siguiente, Moisés se sentó a juzgar al pueblo. El pueblo se colocó alrededor de Moisés todo el día. 14 El suegro de Moisés vio todo lo que Moisés estaba haciendo por el pueblo y le preguntó:

—¿Qué es lo que estás haciendo con este pueblo? ¿Por qué eres el único juez? ¿Y por qué siempre viene a ti todo el pueblo para que se haga justicia?

15 Moisés le respondió a su suegro:

—Porque el pueblo viene a buscarme para consultar a Dios. 16 Cuando tienen algún problema entre ellos, vienen y yo decido quién tiene la razón. Yo doy a conocer las leyes y normas de Dios.

17 Pero el suegro de Moisés le dijo:

—Lo que estás haciendo no está bien. 18 Tú y el pueblo que está contigo se van a cansar. Este trabajo es muy difícil para ti, no puedes hacerlo solo. 19 Ahora escúchame, te voy a dar un consejo para que Dios esté contigo. Tú serás el representante de Dios ante el pueblo y llevarás los problemas de ellos ante él. 20 Enséñales las leyes y las normas y hazles saber de qué manera deben vivir y qué deben hacer. 21 Pero elige hombres buenos, dignos de confianza, que respeten a Dios, que no se dejen sobornar y haz que ellos manden sobre el pueblo. Coloca a unos de ellos a cargo de 1000 personas, a otros a cargo de 100, a otros a cargo de 50, e incluso otros a cargo de diez. 22 Ellos estarán encargados de juzgar al pueblo en todo momento. Los casos más graves te los llevarán a ti, pero los casos menores los juzgarán ellos. Facilítate las cosas, encargándoles parte del trabajo. 23 Si haces todo esto y lo ordena Dios, vas a poder sobrellevar tu trabajo y todo el pueblo se irá en paz a sus hogares.

24 Moisés siguió el consejo de su suegro e hizo todo lo que él le dijo. 25 Nombró hombres capaces de entre todo Israel e hizo que ellos gobernaran al pueblo. Nombró quienes estuvieran a cargo de grupos de 1000, de 100, de 50 e incluso de diez personas. 26 Ellos administraban justicia permanentemente entre los israelitas. Los casos difíciles se los llevaban a Moisés, pero los sencillos los resolvían ellos mismos.

27 Después Moisés se despidió de su suegro y Jetro regresó a su tierra.

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