Add parallel Print Page Options

Entonces me dijo:

— Hijo de hombre, pon interés, observa bien y escucha con atención todo lo que voy a decirte sobre todas las normas y disposiciones relativas al Templo. Fíjate bien en quiénes tienen acceso al Templo y en quiénes son excluidos del santuario. Di a esos israelitas rebeldes: Esto dice el Señor Dios: ¿No tenéis bastante con las abominaciones que habéis cometido, pueblo de Israel? Habéis permitido que extranjeros incircuncisos de corazón y de cuerpo entren en mi santuario para profanarlo cuando me ofrecéis pan, grasa y sangre. Habéis roto mi alianza con esas vuestras prácticas abominables

Read full chapter