Add parallel Print Page Options

porque Abrahán escuchó mi voz, y guardó mis preceptos, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.»

Y así, Isaac se quedó a vivir en Gerar. Los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer, y él respondió: «Es mi hermana»;(A) y es que tuvo miedo de decir: «Es mi mujer», al pensar que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto.

Read full chapter