Add parallel Print Page Options

27 Y él se llegó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, y dijo:

Mira, el olor de mi hijo

Como el olor del campo que Jehová ha bendecido:

28 Dios, pues, te dé del rocío del cielo,

Y de las grosuras de la tierra,

Y abundancia de trigo y de mosto.

29 Sírvante pueblos,

Y naciones se inclinen á ti:

Sé señor de tus hermanos,

E inclínense á ti los hijos de tu madre:

Malditos los que te maldijeren,

Y benditos los que te bendijeren.

Read full chapter