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que fuera a cazar algún animal para que le preparara un guiso, y que después de eso le daría su bendición. Ahora, hijo mío, préstame atención y haz exactamente lo que yo te voy a decir: Ve al rebaño y tráeme dos de los mejores cabritos. Con ellos le prepararé un guiso sabroso a tu padre, tal como a él le gusta.

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