Add parallel Print Page Options

28 Pero ni siquiera me dejaste besar a mis hijas y a mis nietos. ¡Te has portado como un insensato! 29 Ahora yo podría castigaros, pero anoche el Dios de tu padre me habló y me dijo que no se me ocurriera hacerte reproche alguno, ni para bien ni para mal. 30 Pero si te marchas porque añoras la casa de tu padre, ¿por qué me has robado mis dioses?

Read full chapter