Add parallel Print Page Options

49 y también se le llamó Mizpa, porque Labán juró:

―Que el Señor nos vigile cuando ya estemos lejos el uno del otro. 50 Si tú maltratas a mis hijas, o tomas otras mujeres que no sean ellas, recuerda que Dios es nuestro testigo, aunque no haya ningún otro testigo entre nosotros. 51 Mira este montón de piedras y la estela que he levantado entre nosotros —señaló Labán—.

Read full chapter