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Lo condenas expulsándolo con espanto,
lo castigas con un viento impetuoso,
como un día con viento del este.
Así será expiada la culpa de Jacob,
este será el coste de borrar su pecado:
cuando convierta las piedras del altar
en piedra caliza desmenuzada,
cuando no queden en pie estelas
ni altares en honor del sol.

La ciudad solitaria

10 Sola está la ciudad fortificada:
no es más que una morada abandonada,
olvidada lo mismo que un desierto.
Allí pastan los terneros,
tumbados consumen sus ramas.

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