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Anarquía en el Reino de Judá

El Señor, Dios del universo
va a privar a Jerusalén y a Judá
de sustento y de soporte,
de todo abasto de pan
y de todo abasto de agua:
de valientes y guerreros,
de jueces y de profetas,
de adivinos y de ancianos;
de capitanes y nobles,
de consejeros y artesanos,
de expertos en encantamientos.
Pondré de jefes a jóvenes,
a chiquillos de regentes.
Se acosará la gente entre sí,
todos atacarán a su prójimo:
el joven al anciano,
el plebeyo al noble.
Hermano a hermano abordará
en plena casa paterna y le dirá:
“Tienes un manto, serás nuestro jefe;
hazte responsable de estas ruinas”.
Y aquel día el otro dirá:
“No pienso hacer de médico;
no tengo en casa manto ni pan;
no me hagan jefe del pueblo”.
Cae Jerusalén, Judá se derrumba;
atacan de palabra y obra al Señor,
acaban rebelándose contra su gloria.
Sus favoritismos hablan contra ellos,
proclaman sus errores, sin ocultarlos.
¡Ay de ellos, se acarrean su propia desgracia!
10 Dichoso el justo, le irá bien,
comerá del fruto de sus acciones.
11 ¡Ay del malvado, le irá mal,
recibirá la paga de sus obras!
12 Pueblo mío, te oprimen chiquillos,
eres gobernado por mujeres.
Pueblo mío, tus guías te extravían,
borran la huella de tus senderos.

El Señor acusa de nuevo

13 El Señor se levanta para litigar,
se alza para juzgar a su pueblo.
14 Viene el Señor dispuesto a juzgar
a los ancianos y príncipes de su pueblo.
Ustedes han depredado la viña,
su casa oculta el expolio del pobre.
15 ¿Quiénes son para aplastar a mi pueblo
y triturar el rostro de los desvalidos?
—Oráculo de Dios, Señor del universo—.

Contra el lujo de las mujeres de Sión

16 Dice el Señor:
Porque son altaneras las mujeres de Sión
y caminan con el cuello estirado,
haciendo guiños con los ojos;
por caminar con paso menudo
sonando las ajorcas de sus pies,
17 el Señor cubrirá de tiña
la nuca de las mujeres de Sión,
el Señor descubrirá sus vergüenzas.

18 Aquel día arrancará el Señor sus galas: ajorcas, diademas y lunetas; 19 pendientes, pulseras y velos; 20 redecillas, cadenillas y cinturones; pomos de perfume y amuletos; 21 anillos y aros para la nariz; 22 trajes, mantos, chales y bolsos; 23 ropa de gasa y de seda, tocados y mantillas. 24 Y tendrán:

En lugar de perfume, olor a podre;
en lugar de cinturón, una soga;
en lugar de rizos, calvicie;
en lugar de túnica, saco;
en lugar de belleza, vergüenza.

Las viudas de guerra

25 Tus hombres caerán a espada,
tus valientes en la guerra;
26 gemirán, harán duelo tus puertas;
yacerás desolada por tierra.