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Mi espada se ha embriagado en el cielo;
    mirad cómo desciende en juicio sobre Edom,
    pueblo que he condenado a la destrucción total.
La espada del Señor está bañada en sangre,
    en la sangre de cabras y corderos;
cubierta está de grasa,
    de la grasa de los riñones de carneros.
Porque el Señor celebra un sacrificio en Bosra
    y una gran matanza en tierra de Edom.
Y con ellos caerán los búfalos,
    los terneros y los toros.
Su tierra quedará empapada en sangre,
    y su polvo se llenará de grasa.

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