³¹ »No recurran a los encantadores ni a los adivinos.^(A) No los consulten ni se contaminen con ellos. Yo soy el Señor su Dios.

⁶ »Si alguien presta atención a los encantadores y adivinos, y se prostituye y va tras ellos, yo me pondré en contra de esa persona y la eliminaré de su pueblo.

⁷ Saúl llamó entonces a sus sirvientes, y les dijo:

«Busquen a una mujer que sepa invocar a los muertos, para que me diga lo que necesito saber.»

Y ellos le dijeron:

«En Endor hay una mujer que tiene espíritu de adivinación.»

⁸ Saúl se disfrazó entonces poniéndose otras ropas, y durante la noche se fue con dos de sus hombres a buscar a la mujer. Cuando la vio, le dijo:

«Te ruego que me adivines el futuro, y que hagas venir a quien yo te diga.»