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Jesús sana en el día de descanso

(Mt 12:9-14; Mr 3:1-6)

Otro día de descanso, Jesús fue a la sinagoga y enseñó. Había allí un hombre que tenía paralizada la mano derecha. Los maestros de la ley y los fariseos estaban esperando que Jesús sanara a alguien en el día de descanso porque buscaban alguna razón para acusarlo. Jesús sabía lo que estaban pensando. Le dijo al hombre que tenía la mano paralizada:

—Levántate y ponte frente a todos.

Entonces el hombre se levantó y se paró allí, y Jesús les dijo:

—Déjenme hacerles una pregunta: ¿qué se debe hacer en el día de descanso, el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?

10 Entonces Jesús los miró a todos y le dijo al hombre:

—Extiende la mano.

El hombre extendió la mano y quedó sana. 11 Pero los fariseos y los maestros de la ley se pusieron furiosos, y discutían entre sí qué podrían hacer contra Jesús.

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