29 Al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba curada de su aflicción(A).
34 «Hija, tu fe te ha sanado[a](A)», le dijo Jesús; «vete en paz(B) y queda sana de tu aflicción(C)».
21 En esa misma hora curó a muchos de enfermedades(A), aflicciones(B) y malos espíritus, y a muchos ciegos les dio la vista.
Nueva Biblia de las Américas™ NBLA™ Copyright © 2005 por The Lockman Foundation