Salmos 71
Reina-Valera 1995
Oración de un anciano
71 En ti, Jehová, me he refugiado;
no sea yo avergonzado jamás.
2 Socórreme y líbrame en tu justicia;
Inclina tu oído y sálvame.
3 Sé para mí una roca de refugio
adonde recurra yo continuamente.
Tú has dado mandamiento para salvarme,
porque tú eres mi roca y mi fortaleza.
4 Dios mío, líbrame de manos del impío,
de manos del perverso y violento,
5 porque tú, Señor Jehová, eres mi esperanza,
seguridad mía desde mi juventud.
6 En ti he sido sustentado desde el vientre.
Del vientre de mi madre tú fuiste el que me sacó;
para ti será siempre mi alabanza.
7 Como prodigio he sido a muchos,
y tú mi refugio fuerte.
8 Sea llena mi boca de tu alabanza,
de tu gloria todo el día.
9 No me deseches en el tiempo de la vejez;
cuando mi fuerza se acabe, no me desampares,
10 porque mis enemigos hablan de mí
y los que acechan mi alma se consultan entre sí,
11 diciendo: «Dios lo ha desamparado;
perseguidlo y tomadlo,
porque no hay quien lo libre.»
12 ¡No te alejes, Dios, de mí;
Dios mío, acude pronto en mi socorro!
13 Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma;
sean cubiertos de vergüenza y de confusión
los que mi mal buscan.
14 Mas yo esperaré siempre
y te alabaré más y más.
15 Mi boca publicará tu justicia
y tus hechos de salvación todo el día,
aunque no sé su número.
16 Volveré a los hechos poderosos de Jehová el Señor;
haré memoria de tu justicia, de la tuya sola.
17 Me enseñaste, Dios, desde mi juventud,
y hasta ahora he manifestado tus maravillas.
18 Aun en la vejez y las canas,
Dios, no me desampares,
hasta que anuncie tu poder a la posteridad,
tu potencia a todos los que han de venir,
19 y tu justicia, Dios, que llega hasta lo excelso.
¡Tú has hecho grandes cosas!
Dios, ¿quién como tú?
20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males,
volverás a darme vida
y de nuevo me levantarás
desde los abismos de la tierra.
21 Aumentarás mi grandeza
y volverás a consolarme.
22 Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio,
Dios mío; tu lealtad cantaré a ti en el arpa,
Santo de Israel.
23 Mis labios se alegrarán
cuando cante para ti;
y mi alma, la cual redimiste.
24 Mi lengua hablará también de tu justicia
todo el día;
por cuanto han sido avergonzados,
porque han sido confundidos
los que mi mal procuraban.
Salmos 71
Reina-Valera 1960
Oración de un anciano
71 En ti, oh Jehová, me he refugiado;
No sea yo avergonzado jamás.
2 Socórreme y líbrame en tu justicia;
Inclina tu oído y sálvame.
3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente.
Tú has dado mandamiento para salvarme,
Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.
4 Dios mío, líbrame de la mano del impío,
De la mano del perverso y violento.
5 Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza,
Seguridad mía desde mi juventud.
6 En ti he sido sustentado desde el vientre;
De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó;
De ti será siempre mi alabanza.
7 Como prodigio he sido a muchos,
Y tú mi refugio fuerte.
8 Sea llena mi boca de tu alabanza,
De tu gloria todo el día.
9 No me deseches en el tiempo de la vejez;
Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.
10 Porque mis enemigos hablan de mí,
Y los que acechan mi alma consultaron juntamente,
11 Diciendo: Dios lo ha desamparado;
Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre.
12 Oh Dios, no te alejes de mí;
Dios mío, acude pronto en mi socorro.
13 Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma;
Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan.
14 Mas yo esperaré siempre,
Y te alabaré más y más.
15 Mi boca publicará tu justicia
Y tus hechos de salvación todo el día,
Aunque no sé su número.
16 Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor;
Haré memoria de tu justicia, de la tuya sola.
17 Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud,
Y hasta ahora he manifestado tus maravillas.
18 Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares,
Hasta que anuncie tu poder a la posteridad,
Y tu potencia a todos los que han de venir,
19 Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso.
Tú has hecho grandes cosas;
Oh Dios, ¿quién como tú?
20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males,
Volverás a darme vida,
Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.
21 Aumentarás mi grandeza,
Y volverás a consolarme.
22 Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio,
Oh Dios mío; tu verdad cantaré a ti en el arpa,
Oh Santo de Israel.
23 Mis labios se alegrarán cuando cante a ti,
Y mi alma, la cual redimiste.
24 Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día;
Por cuanto han sido avergonzados, porque han sido confundidos los que mi mal procuraban.
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