Add parallel Print Page Options

Dice en su corazón: «No caeré jamás;
nunca me alcanzará la desgracia.»
Llena está su boca de maldición y de engaños y fraude;
debajo de su lengua hay insulto y maldad.
Se sienta al acecho cerca de las aldeas;
en escondrijos mata al inocente.
Sus ojos están acechando al desvalido,

Read full chapter