Add parallel Print Page Options

Un río con sus corrientes riega de alegría la ciudad de Dios,
    el santo lugar donde habita el Altísimo.
Dios está en medio de esa ciudad y no será removida.
    Al amanecer Dios la ayudará.
Hay agitación en las naciones y los reinos se tambalean.
    Él deja oír su voz y la tierra se derrite.

Read full chapter