Add parallel Print Page Options

(7) El miedo se adueñó de ellos:
se retorcían de dolor, como mujer de parto;
(8) como el viento del este, que destroza los barcos de Tarsis.
(9) En la ciudad de nuestro Dios,
el Señor todopoderoso,
hemos visto con nuestros ojos
lo mismo que nos habían contado:
¡Dios afirmará para siempre a Jerusalén!

Read full chapter