Add parallel Print Page Options

Ante el Señor, dueño de toda la tierra,
    las montañas se derriten como cera.
Los cielos proclaman su justicia,
    y todos los pueblos contemplan su gloria.

Sean avergonzados todos los idólatras,
    los que se jactan de sus ídolos inútiles.
    ¡Póstrense ante él todos los dioses!

Read full chapter