Add parallel Print Page Options

Supongan que dos hombres entran a su reunión: uno con anillo de oro y muy bien vestido, el otro muy pobre y con la ropa toda sucia. Y supongan que ustedes dan especial atención al que está bien vestido y le dicen: «Tome asiento, aquí hay un buen lugar» y le dicen al pobre: «Usted quédese parado allí» o «Siéntese en el suelo». Si actúan así, se hacen jueces de los demás, y jueces injustos. ¿Acaso hacer eso no es discriminar?

Read full chapter