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11 Toma plata y oro, haz una corona y ponla en la cabeza(A) del sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac(B).

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11 Tomarás, pues, plata y oro, y harás coronas, y las pondrás en la cabeza del sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac.

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El aspecto[a] de las langostas era semejante al de caballos dispuestos para la batalla(A), y sobre sus cabezas tenían como coronas que parecían de oro, y sus caras eran como rostros humanos.

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Footnotes

  1. Apocalipsis 9:7 Lit. las apariencias.

El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra;(A) en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas;

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La siega de la tierra

14 Y miré, y había una nube blanca(A), y en la nube estaba sentado uno semejante al Hijo del Hombre(B), que tenía en la cabeza una corona de oro(C), y en la mano una hoz afilada.

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La tierra es segada

14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre,(A) que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda.

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12 Sus ojos son una llama de fuego(A), y sobre Su cabeza hay muchas diademas(B). Tiene un nombre escrito(C) que nadie conoce sino Él.

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12 Sus ojos eran como llama de fuego,(A) y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.

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