Salmos 84
La Palabra (España)
Salmo 84 (83)
Añoro los atrios del Señor
84 Al maestro del coro. Según la melodía de Gat. Salmo de los hijos de Coré.
2 ¡Qué gratas son tus moradas,
oh Señor del universo!
3 Añoro y siento nostalgia
de los atrios del Señor;
mi corazón y mi cuerpo
cantan con gozo al Dios vivo.
4 Hasta el pájaro encuentra casa
y un nido la golondrina
para poner a sus crías
cerca de tus altares,
¡oh Señor del universo,
rey mío y Dios mío!
5 Felices quienes moran en tu casa
y te alaban sin cesar; [ Pausa]
6 feliz quien en ti encuentra su fuerza,
y peregrina de buen grado hacia ti.
7 Pasan por el valle de los Álamos
y hacen de él un manantial;
lo cubre de bendiciones la lluvia.
8 Cada vez caminan con más brío,
se presentan ante Dios en Sión.
9 Señor, Dios del universo,
atiende mi oración,
¡escucha, Dios de Jacob! [ Pausa]
10 Dios, escudo nuestro, mira,
contempla el rostro de tu ungido.
11 Es mejor un día en tus atrios
que mil días fuera de ellos;
prefiero el umbral de la casa de mi Dios
a morar en las tiendas del malvado.
12 Porque Dios, el Señor, es sol y escudo,
el Señor otorga gracia y gloria;
él no niega bien alguno
a quien camina con rectitud.
13 Señor del universo, feliz aquel
que en ti pone su confianza.
Salmos 84
Reina-Valera 1960
Anhelo por la casa de Dios
Al músico principal; sobre Gitit. Salmo para los hijos de Coré.
84 ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
2 Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;
Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
3 Aun el gorrión halla casa,
Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,
Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,
Rey mío, y Dios mío.
4 Bienaventurados los que habitan en tu casa;
Perpetuamente te alabarán. Selah
5 Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están tus caminos.
6 Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques.
7 Irán de poder en poder;
Verán a Dios en Sion.
8 Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;
Escucha, oh Dios de Jacob. Selah
9 Mira, oh Dios, escudo nuestro,
Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.
10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,
Que habitar en las moradas de maldad.
11 Porque sol y escudo es Jehová Dios;
Gracia y gloria dará Jehová.
No quitará el bien a los que andan en integridad.
12 Jehová de los ejércitos,
Dichoso el hombre que en ti confía.
La Palabra, (versión española) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España
Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Utilizado con permiso. Si desea más información visite americanbible.org, unitedbiblesocieties.org, vivelabiblia.com, unitedbiblesocieties.org/es/casa/, www.rvr60.bible